
Todo empezó en una consultoría tradicional en Madrid
Era 2017. Esperanza trabajaba para una gran consultora, haciendo los mismos análisis de siempre. Llegaba un cliente, pedía un informe de rentabilidad, y salía con un documento de 50 páginas lleno de gráficos pero sin respuestas claras.
El punto de inflexión llegó con un cliente del sector textil. Después de tres meses de trabajo, el CEO le dijo: "Muy bonito todo, pero sigo sin saber si debo cerrar la tienda de Sevilla o abrir dos más". Tenía razón.
Esa noche, Esperanza se quedó hasta las 3 de la madrugada rediseñando todo el análisis. No más jerga financiera. No más gráficos decorativos. Solo respuestas directas a preguntas de negocio reales.
Six meses después, ese cliente había optimizado sus operaciones y aumentado su margen en un 23%. Ahí nació yeronrolesum.



